La tecnología que lo sustenta podría usarse para, en escalas más grandes, refrigerar ordenadores, regular la temperatura en redes de fibra óptica y para reducir el "ruido" de la imagen en telescopios y cámaras digitales de alta gama.
Ya no disponemos de tiempo para nosotros. No se por qué, las ocho horas que deberíamos dedicar al trabajo, las hemos ampliados a diez o doce, robándolas al sueño y/o al ocio.